¡Deja de hacer eso!

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Nueva imagen con pelo corto.

No es más que una pequeña flor de plástico, amarilla y verde. Si le da el sol, se balancea a derecha e izquierda, y sus hojas suben y bajan con alegría. Pero la he colocado bajo una luz artificial, y repite los mismos movimientos, pero desacompasados y lentos.
EsIMG_6160tos días a menudo me siento como esa flor: fuera de lugar y cansada. Intento acercarme al sol y volver a ser feliz, pero solo consigo una luz débil, artificial, que me anima a destiempo.

¿Cómo estás? Me pregunta todo el mundo, tras la intervención de la semana pasada. Se preocupan, me quieren. Y yo no sé qué contestar. Bien, supongo, todo fue bien. Mi cuerpo se recupera bien, como siempre lo hace. Mi cuerpo se merece un diez. Pero mi mente se deja atrapar por el futuro, en lugar de disfrutar de cada instante que se le ofrece, y se pierde por caminos obtusos que me desgobiernan. ¿Qué pasará cuando…? Y en esos puntos suspensivos se me colocan presagios funestos, pesimismo, tristeza. Y olvido, olvido que en realidad debería ser muy feliz porque me operan y eso es una oportunidad que debo aprovechar y distrutar como nunca. Sólo se opera el 25% de los casos de mestátasis hepáticas y yo ya llevaré dos operaciones. Es casi un milagro. Pero en esos puntos suspensivos se me agolpan todos los miedos a medio y largo plazo. Y duele. Duele tanto que si me dejo llevar, me pierdo.

Desde el principio me juré a mí misma que no me convertiría en un ser triste, pero es tan fácil alejarse de la luz y detenerse…

Os contaré algo que me está ayudando.

Una mujer acude al psicólogo. Este le explica que la consulta sólo cuesta 5 dólares por los primeros 5 minutos, que luego no le cobrará más y que no devuelve cambio. Ella sonríe y acepta. Le cuenta que tiene miedo a ser enterrada viva, a los espacios cerrados, que ni siquiera puede montarse en su coche. El médico le responde que tiene una solución para ello, una frase que debe memorizar para siempre. Ella se prepara para retenerla.
-La frase es: ¡Deja de hacer eso! -El psicólogo mira su reloj y luego a ella fijamente-. Sólo han sido tres minutos. Me debe 3 dólares.
Al final de este post os dejo el vídeo completo. No tiene desperdicio. La sesión dura un poco más luego.  Cuando lo vi, me hizo reflexionar mucho. De hecho me lo recomendó uno de mis médicos tras explicarle que estaba muy preocupada por el futuro y que eso me deprimía. Y es que resulta tan sencillo dejarse llevar por los miedos y pensamientos negativos… pero está en mis manos cambiarlo, y sólo en mis manos. Nadie puede hacerlo por mí. Yo decido si distruto el presente o me pierdo en el mañana. ¿Parece fácil, verdad? Pues no lo es en absoluto. Agradezco cualquier empujoncito adicional hacia la luz, amigos. Un abrazo.

 

P.D.: Gracias por la flor, Juana Mari. Cuando la veo me recuerda a ti y me hace sonreír. Te quiero mucho.

12 comentarios en “¡Deja de hacer eso!

  1. La susodicha flor, me recordó a ti…»Pequeño Saltamontes», casi siempre alegre y danzarina. Hasta quietecita se la ve llena de vida y con ganas de un pequeño rayito de sol con el que divertirse y disfrutar de su baile….
    Objetivos conseguidos, que te haga sonreir y te acuerdes de mi cada vez que la veas…
    Yo también te quiero, y mucho.

  2. Bonita, es normal que tengas esos momentos. ¡Pero piensa que todos esperamos que vuelva siempre tu risa, aunque ni la hayamos visto! Tú disfruta de esa luz y del solecito, que todo va a ir de fábula, ya lo verás. ¡Te mando un abrazo gordo! ¡Y estás hermosa con ese pelito corto, me encanta! 🙂

  3. Aquí te dejo, un pequeño empujón. Así con mucho mimo y cuidado, hacia la luz, hacia la calma y hacia todo lo que te haga feliz.
    Mil besos, Pepa, y muchas sonrisas.

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